viernes, 15 de octubre de 2010

RICKY RUBIO, CINCO AÑOS EN LA ACB



EL LUSTRO DE RICKY.

Una tarde de verano, Ricky fue a un entrenamiento del equipo ACB. Iba a cenar con su hermano y un amigo. A Aito le faltaba un jugador para un cinco contra cinco. Vio a Ricky en la grada y le ofreció jugar. Sabia de su fama en la cantera. El chaval iba en alpargatas. Su amigo Guillem Raventos le dejo unas zapatillas. Se entreno y al dia siguiente le dijeron que hiciera las maletas. Iría a la pretemporada del primer equipo.

Menos de un año después, Guillem moría en un accidente de moto. Desde entonces, cuando Ricky es presentado en los partidos, señala al cielo con el dedo índice. Para su amigo van dedicadas sus mágicas acciones.

Cinco años después del estreno podría apurar sus últimos partidos en la ACB. La NBA, Minnesota en concreto, le reclama.

Pero antes de eso, tiene una cuenta pendiente: "Quiero vivir mi mejor día en la ACB. Esta por venir y sera cuando la gane". Es lo único a nivel de clubes que le queda por ganar al niño prodigio.